Si a veces es complicado escoger una casa para mudarse dentro de una misma ciudad, ¡imagínense hacerlo en otro país! Superada esta experiencia, se las compartimos.
Una de las primeras decisiones que tomamos cuando nos mudamos a este lado del mundo fue dónde vivir. Afortunadamente, cuando las empresas traen trabajadores desde otros países, muchas veces les orientan en este tipo de decisiones. En el caso nuestro, tras unas semanas de estar en Riyadh, el empleador de mi esposo le facilitó una lista de residenciales de extranjeros recomendados para los recién llegados.

¿Qué es un residencial de extranjeros?
Son más conocidos como compounds y hay de diferentes tipos y tamaños. Los compounds son residenciales cerrados y con seguridad que los extranjeros pueden rentar para vivir en Arabia. Nosotros los clasificamos en 3 categorías:
- Los sencillos: generalmente son casas o apartamentos pequeños y tienen una piscina o área de juegos para niños. Tienen 1 o 2 habitaciones, no son muy lujosos, pero tienen todo lo que se necesita y son los más accesibles económicamente.
- Los medianos: tienen casas, más cantidad de apartamentos y más áreas de entretenimiento, como casa club, piscinas, canchas, gimnasio, cafetería y minimercado. Las instalaciones generalmente tienen buen mantenimiento y las casas están en buen estado. Generalmente tienen un administrador y equipo de mantenimiento que se encarga que de que el lugar se mantenga bonito.
- Los grandes: lujosos y espaciosos. Estos compounds tienen dentro todo lo que se necesita (y más) para la vida diaria. Además de gimnasio y piscinas, se pueden encontrar salas de fiestas, guarderías, lavandería, restaurantes, jardines, tiendas, salones de belleza y lavacar, etc.
La gran ventaja de vivir en un compound y su principal característica es que no aplican las reglas de vestimenta o comportamiento saudí. En la piscina se puede usar cualquier bikini, pantaloneta o tanga, no hay ningún problema con el uso de vestidos cortos o ropa ajustada al cuerpo. El gimnasio es mixto y se puede ir con cualquier tipo de ropa deportiva.





Justamente por esta libertad cultural, la entrada de saudíes no es permitida o requiere de una autorización previa.
Eso sí, hay una desventaja: el precio. Aunque un salario de extranjero te debería permitir vivir en un compound, no se puede ignorar que esto cuesta, casi siempre, mucho más del doble que vivir en un barrio árabe. Por un apartamento de 1 o 2 cuartos podés pagar desde $18,000 hasta $35,000 anualmente, según el tipo de compound que escojás. El costo va de la mano con la libertad, las comodidades y la posibilidad de mantener tus costumbres casi intactas.
Ahora veamos la otra cara de la moneda.
Vivir en un barrio árabe
La gran ventaja: el precio, sin duda es mucho más amigable para la billetera. Ya establecimos que vivir dentro de un compound es más costoso que vivir fuera de él. Pero hay otras cosas positivas, por ejemplo: la infraestructura de las casas es muy bonita, propia de este lado del mundo, con buenos acabados, elegantes y sobre todo: espaciosas.



En una casa puede vivir más de una familia. Por ejemplo, en el primer piso viven los papás, en el segundo un hijo y familia, y en el tercero la servidumbre (choferes, empleadas domésticas y nanas).
También puede pasar que el dueño construya la casa y la arriende completa, o bien, acondicione 3 residencias independientes y arriende cada piso por separado. Las casas son muy espaciosas, entonces en un solo piso puede vivir una familia pequeña cómodamente.
Lo que se podría ver como una desventaja para los extranjeros es el tema de la vestimenta. Al vivir en un barrio árabe se deben respetar las reglas del país, por lo que, de la puerta para afuera, la ropa tiene que ser saudi approved.
¿Qué decidimos?
Cuando emprendimos este viaje no sabíamos a ciencia cierta qué íbamos a encontrar y preferimos mantener nuestra “normalidad”. Imaginamos que viviríamos en un compound con ingleses o estadounidenses, pero en el compound que elegimos al principio la mayoría de las personas son de Egipto y Líbano.
Nos acomplamos muy bien. Tomábamos café todas las semanas con una pareja de ingleses y recién llegando, una vecina colombiana nos inivitó a su casa y nos presentó a sus amigos, un grupo de coterráneos suyos que viven en otros compounds. Así que mucho de lo que creíamos que sería, no ha sido. Pensé que no encontraría tantos latinos en Riyadh ¡y ya hasta bandeja paisa comí!
En el compound la pasamos muy bien, pero poco a poco nuestra familia creció de cero perros a tres, y decidimos pasarnos una casa fuera de compound. Además de buscar una casa más amigable para nuestros perros, nos movió también el tema financiero, pues la nueva casa es de tres pisos, más grande que la anterior, tiene un patio grande donde nuestros perros son muy felices, y nos cuesta la mitad de lo que pagábamos por la del compound.



Otro aspecto que influyó es que, como los dos trabajamos, estamos fuera de la casa la mayor parte del día, por lo que no estábamos aprovechando las comodidades de vivir en compound (areas comunes, piscina, parques, etc).
Nos ha ido muy bien en el nuevo barrio. Queda a 30 minutos del trabajo, es tranquilo y muy seguro.
Habiendo probado ambas experiencias, podemos recomendar cualquiera de las dos, porque al final lo que importa más es que la familia esté cómoda y feliz.


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