Un golpe de suerte me permitió conocer un país paradisiaco, adinerado y multicultural. En 15 días, me llevo una percepción de Bahréin que me obliga a regresar.
En febrero del 2021, el gobierno de Arabia Saudita ordenó suspender la entrada de personas que vinieran de o pasaran por 20 países específicos, como parte de las medidas preventivas ante el COVID 19. En esa lista de naciones está Estados Unidos: una escala casi obligatoria para venir a Arabia desde Centroamérica en tiempos de pandemia.
Mi destino es Arabia, pero para llegar hasta ahí el vuelo debía pasar por Atlanta. La prohibición no implicaba que no se pudiera entrar del todo, sino que antes de llegar, era requisito hacer una cuarentena de 15 días en un país cercano, en mi caso fue Bahréin.
Este ligero desvío me dio la oportunidad de conocer un país pequeño en territorio, pero grande en diversidad. Aquí les dejo un poco de lo que aprendí de este Reino, con la esperanza de volver para contarles más sobre actividades y destinos turísticos.
La capital, Manama, es moderna y con fuertes rasgos culturales, las calles están en muy buen estado y la arquitectura es espectacular. También hay una gran diversidad cultural, todas las personas se visten diferente, escuché diferentes acentos e idiomas, noté diferentes formas de comportarse, y entre tanta diferencia, lo que más hay es respeto y tolerancia.
El clima. Estuve aquí en mayo, cuando la temperatura media es de 38 °C, y aunque suena muy caluroso, el calor de aquí se siente diferente en comparación con el de mi país natal, Costa Rica.
En un día muy caliente en las costas ticas, la temperatura puede llegar a los 37°C con un porcentaje de humedad entre el 60% y 70%. En Bahréin, la humedad es aproximadamente del 25%. Esa variación en el porcentaje de humedad marca toda la diferencia. Si andás por las calles bareiníes es mayo, se siente un ambiente caliente, pero también hay una brisa que te mantiene fresco.
La comida. Primordialmente, probé 3 tipos de gastronomía: india, árabe y occidental. Hay restaurantes de pizzas y hamburguesas por doquier, incluso de comida mexicana, pero primordialmente encontrarás comida árabe e india. Si has probado este tipo de comida, sabes que puede ser muy diferente a la que consumimos los latinos.
El hotel donde estoy hospedada, el Harbour Suites Hotel, me incluyó un plan de alimentación con desayuno, almuerzo y cena. Los almuerzos y las cenas se componen primordialmente de arroz, papas, pescado o res, vegetales y jugos de fruta. Y aunque esto suena muy común, definitivamente no tiene el mismo sabor que en Occidente. El arroz tiene un toque dulce y los vegetales generalmente se preparan con salsa, con bastante curry. Esto no significa que sepa mal, solo diferente.
La moda. Cómo vestirse era una de mis preguntas más recurrentes. Bahréin es uno de los países más abiertos de Medio Oriente, por lo que en las calles podés ver mujeres vestidas con su tradicional abaya y hijab, pero también vas a ver vestidos frescos, ropa holgada, enaguas, tacones, tenis y sandalias… un poco de todo.
En Bahréin podés usar cualquier tipo de ropa siempre que no sea muy escotada, tallada o corta. Para ir al gimnasio, recomiendo una licra por debajo de las rodillas y una blusa con mangas. En lo personal, lo que más utilicé fueron leggins con blusas largas, por encima de la rodilla, eso me permitía andar cómoda y fresca.
Hubo dos cosas que me llamaron poderosamente la atención: los zapatos y el maquillaje. Sobre todo en las mujeres locales, los zapatos que utilizaban con las abayas eran sencillamente espectaculares y no recuerdo haber visto una sola mujer sin los ojos perfectamente maquillados.
En el caso de los hombres, pantalonetas, jeans, tenis y sandalias es lo mas usado.
La seguridad. Mi percepción es que el país es seguro. Antes de venir, investigué en internet y algunos sitios advertían de hurtos, es decir, que te pueden sacar algo de la cartera si no estás prestando atención –(nada fuera de lo habitual en los países de América). Pero no hay que preocuparse por asaltos o crímenes que atenten contra tu integridad. Es común ver presencia policial en las calles y en las aceras y cuando andas sola, como en mi caso, caminando por las calles de Manama, no sentirás amenazas de este tipo.
Generalidades
Baréin, oficialmente el Reino de Bahréin, está compuesto por más de 30 islas en el golfo Pérsico. Su territorio está organizado en cinco gobernaciones y su capital es la ciudad de Manama. Al oeste limita con Arabia Saudita, país al que está conectado por un puente de 26 km llamado Calzada del Rey Fahd y al sureste está Catar.
| Idioma | Árabe (casi todos hablan inglés) |
| Gentilicio | Barehiní |
| Forma de gobierno | Monarquía constitucional |
| Superficie | 760 km2 |
| Población | 1 234 571 hab |
| Moneda | Dinar barehiní |
| PIB per capita | $51,946 |
Baréin tiene un alto índice de desarrollo humano y es considerado uno de los países más ricos del Medio Oriente. Aunque el petróleo ha sido fuente de gran riqueza, desde finales del siglo XX el país ha diversificado su economía invirtiendo en el sector bancario y turístico.
El islam es la religión mayoritaria, aunque también hay pequeñas comunidades de otras religiones (católicos y judíos).
Dos ticos viviendo y descubriendo Arabia Saudita 
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